La derrota electoral del chavismo en Barinas dejó en evidencia la riña interna por el poder entre Nicolás Maduro, la familia Chávez y otros altos funcionarios del oficialismo.
Desde el patio de la casa familia de los Chávez en Sabaneta, Maduro comunicó en 2013 que había recibido un mensaje del fallecido presidente por medio de un pajarito. Mucho ha cambiado desde entonces.
El actual mandatario del país forzó en noviembre la repetición de las elecciones regionales en Barinas, apartando a Argenis Chávez de la candidatura e imponiendo a Jorge Arreaza, quien perdió en las urnas contra Sergio Garrido.
La politóloga María Puerta Riera, entrevistada por el diario español El Mundo, detalló que el resultado de esas elecciones no forzaría al chavismo a ceder el poder. “Una cosa es perder uno de los 23 estados, por mucho que sea emblemático, y otra muy distinta es que Maduro se baje de su trono bolivariano precisamente cuando más cómodo se encuentra en él”, dijo la experta.
Por su parte, el historiador Juan Cristóbal Castro comentó que “fue un golpe parecido a las elecciones parlamentarias de 2015, no de esa magnitud, pero sí un golpe fuerte”. Asimismo, destacó dos datos importantes de lo ocurrido.