Casi 13 millones de personas están habilitadas para sufragar mañana, domingo 11 de abril del 2021. Deberán movilizarse, con mascarilla y siguiendo medidas contra el covid-19, ya que Ecuador supera los 340 000 contagios. Y, los hospitales en Quito y Guayaquil, por ejemplo, se encuentran en su máxima capacidad. Patricio Cevallos votará en la Universidad Salesiana, centro norte de Quito. Hasta allá se movilizará desde el Comité del Pueblo.
El hombre, de 67 años, tomará transporte público, por lo que planea usar doble mascarilla, protector facial y llevar un frasco con alcohol.
Para los adultos mayores el voto es facultativo. Es decir que no tienen la obligación de sufragar. Sin embargo, Patricio lo ve como un “deber cívico”. Del total de contagios reportados en el país, el 12,8% corresponde a mayores de 65 años. Patricio vive con hipotiroidismo, insuficiencia renal e hipertensión. Es consciente de que las personas con comorbilidades podrían desarrollar cuadros graves. “Por eso soy temático con los cuidados, iré a votar a primera hora y regresaré enseguida a mi casa”. Una clasificación, por edades, al momento de hacer la fila para votar, hubiera sido lo recomendable, según el epidemiólogo Marcelo Aguilar.
“Así se evitan circuitos de transmisión entre los jóvenes y los mayores de 65. Los últimos debieran sufragar a primera hora”. El médico señala que uno de los riesgos de esa jornada será el contacto entre ambos grupos de edad, considerando que los jóvenes no observan las medidas de prevención.
“Estamos en uno de los perores momentos de la pandemia, la intensidad de transmisión es sumamente alta. En las últimas semanas, en Quito se han registrado días con más de 1 000 casos nuevos”. Con ese escenario, el epidemiólogo Daniel Simancas pide no acudir con niños. Una vez finalizada la votación, sugiere no quedarse afuera de los recintos para evitar aglomeraciones. Tampoco consumir alimentos o bebidas allí.
Y evitar conversar en la fila. En la primera vuelta, María Cristina Kronfle, quien se mueve en silla de ruedas por una atrofia muscular espinal, tuvo dificultades para sufragar. La abogada guayaquileña cuenta que a su recinto electoral no pudo acceder por el sitio señalado con su silla y tuvo que ingresar por la salida, en donde había gran aglomeración de personas. La votación le tomó unos 45 minutos.
“Me asusté y me hice una prueba diagnóstica, que salió negativa, gracias a las medidas que tomé personalmente, no a las del Consejo Nacional Electoral (CNE)”. Para disminuir el riesgo de propagación del SARS-CoV-2 se habilitaron más recintos electorales. Son 4 276 centros. Pero los cuidados dependen de las personas. El uso de doble mascarilla es una recomendación de la epidemióloga Andrea Gómez.
“Si es una quirúrgica y otra N95, esta última se debe colocar primero. Si una de ellas es de tela, la quirúrgica o N95 deben ir primero y encima la de tela”. No deberían acudir a votar, anota Gómez, quienes tengan la duda de ser un caso sospechoso, aquellos que presentan síntomas o confirmen que son positivos para covid-19.
Tampoco si viven con una enfermedad o tratamiento que debilite su sistema inmunológico. La especialista pide a la población vulnerable evitar los horarios de mayor afluencia a los recintos electorales. Eso hará la familia de Marianita Campo, de 80 años. Viven frente a su recinto electoral, cuenta su hija Delia Rubio.
“En la primera vuelta vimos que no había gente y le llevamos. En menos de 10 minutos votó y volvimos. Nos sacamos la ropa y la lavamos. Ella quiere sufragar, pero si mañana observamos que hay demasiada gente, evaluaremos”.