Fue considerado un Estado paria cuando, entre 1962 y 2011, vivió bajo un duro régimen militar. Tras una endeble y breve transición democrática, ahora está en riesgo de volver a su oscuro pasado.
El ejército de Myanmar -también conocido como Birmania- dio el lunes un golpe de Estado y detuvo a la dirigente y Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, considerada por muchos como «la madre de la patria».
«Se sintió un poco como un déjà vu, como si volviéramos al punto de partida», le dijo a la BBC una joven de 25 años que prefirió no dar su nombre.
Pero esta no es la primera vez que la cúpula militar toma el poder por la fuerza. De hecho, lo sucedido el lunes trajo recuerdos amargos de tristes episodios de principios de la década de 1960 y de otro que tuvo lugar en 1988.