El Gobierno dio ayer luz verde a una de sus medidas estrella para la emancipación de los jóvenes: el bono del alquiler. El Consejo de Ministros aprobó esta ayuda de 250 euros para aquellas personas de entre 18 y 35 años cuyo sueldo no supere los 24.318 euros anuales (tres veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples), una subvención que en principio iba a tener una duración de dos años, aunque podría alargarse. Esa parece, al menos, la intención del presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, que este martes ha insinuado que el bono irá aumentando el número de personas a las que llegar y los años de vigencia, aunque dependerá del Gobierno que salga de las próximas elecciones generales, programadas para noviembre de 2023.
«El bono del alquiler va a estar vigente, al menos, dos años. Estoy seguro de que ha nacido para quedarse y de que irá extendiéndose y expandiéndose tanto en cantidad económica como en número de beneficiarios», ha señalado el presidente en su visita a Elche (Alicante), donde ha mantenido un encuentro con jóvenes para explicar las medidas relativas a la vivienda. Además del bono, también ha hablado del Plan Estatal de Vivienda (aprobado ayer) y la ley específica la respecto, que ha sido reivindicada de nuevo pese a que las reticencias del Consejo General del Poder Judicial han retrasado su luz verde.
En la actualidad, el presupuesto consignado en las cuentas del Ejecutivo para el bono joven del alquiler es de 400 millones de euros, repartidos entre este año y el siguiente. Esta cuantía permitirá que la ayuda llegue a, según las estimaciones del Ministerio de Transportes, a 70.000 jóvenes durante los próximos dos años. Justamente, esta «limitación» en el tiempo es una de las críticas vertidas a la iniciativa por parte de los sindicatos. Comisiones Obreras señala que al ser una ayuda con fecha de finalización «no ofrece un apoyo continuo en el medio o largo plazo a la población joven».