La polémica desatada por las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, en contra de las macrogranjas y en defensa de la ganadería extensiva amenaza con generar una crisis en el Gobierno. Este lunes, el presidente Pedro Sánchez se limitó a lamentar «muchísimo» que se haya generado esta controversia, y aunque no criticó a Garzón, tampoco lo defendió con contundencia. Esa tibieza molestó sobremanera a Unidas Podemos, cuyos principales dirigentes cargaron contra Sánchez por no proteger al ministro del «bulo» y exigieron al presidente «cuidar la coalición».
Con esas palabras se expresó la vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Yolanda Díaz, al ser preguntada por las palabras de Sánchez. El presidente, este lunes, criticó que se haya «generado una polémica que no se compadece» con las políticas que está poniendo en marcha el Gobierno y subrayó que el sector cárnico cumple los «máximos estándares de calidad europeos y españoles», en contra de lo que afirmó Garzón, que señaló que la carne producida en macrogranjas era de peor calidad que la de ganadería tradicional.






