La negativa de la CEOE a subir el salario mínimo en 2022 no va a cambiar los planes del Ministerio de Trabajo de elevarlo, antes de que acabe febrero, a 1.000 euros en 14 pagas. Así lo confirman fuentes del departamento que lidera Yolanda Díaz, apenas unos minutos después de que la patronal calificara de «indiscriminada» la propuesta que se discutió en la reunión mantenida con el Gobierno y los sindicatos este lunes y asegurase que supone «un riesgo serio para el empleo y para los trabajos no cualificados».
Este lunes, el Ejecutivo planteó elevar el salario mínimo a 996 euros mensuales desde los 965 actuales, la misma cantidad que plantea el informe que publicó hace unos meses comité de expertos seleccionado por el Ministerio de Trabajo. Los sindicatos, no obstante, insisten en redondear esa cantidad hasta los 1.000 euros, un tanto simbólico que el Gobierno está también dispuesto a apuntarse. Para los empresarios, sin embargo, esta subida no tiene «conexión con la productividad» y la «recuperación».
Se trata de argumentos similares a los que ya utilizó la CEOE para oponerse, el pasado septiembre, a la anterior subida del salario mínimo de 950 a 965 euros mensuales. Ese aumento se aprobó sin su apoyo, y los sindicatos transigieron con que apenas fuera de 15 euros a cambio de que el Gobierno diera luz verde a una subida mayor a principios de 2022. Por ello, fuentes Trabajo insisten en que el rechazo de la patronal no cambia sus planes y en que seguirá adelante con el incremento.
En la misma línea se pronunció este martes tras el Consejo de Ministros la portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, que insistió en que la intención del Ejecutivo es elevar el salario mínimo a 1.000 euros porque ese indicador es «un elemento más en el avance por la dignificación de las condiciones laborales y de aquellos trabajadores más vulnerables».
«Esta es la senda en la que hay que avanzar. Las cotizaciones sociales forman parte de la protección que después tenemos los trabajadores ante muchas contingencias y, por tanto, del anclaje fundamental del Estado del bienestar que nos hemos dado», apuntó Rodríguez.
