El condado de Miami-Dade, en el sureste de Florida, reimpuso la obligación de llevar mascarilla en las instalaciones gubernamentales ante el alarmante repunte del covid-19 en el estado, medida que deberán cumplir empleados y visitantes.
«Las mascarillas se exigen (a partir de este miércoles) a empleados y visitantes en todos los espacios interiores públicos del condado, para protegernos» de un posible contagio de la variante delta, señaló en rueda de prensa Daniella Levine Cava, alcaldesa de Miami-Dade.
También es obligatorio su uso en los servicios de transporte público y aeropuertos bajo las regulaciones federales, añadió Levine Cava, quien alertó sobre el «enorme y alarmante» aumento de los casos de coronavirus en nuestra comunidad y el país.
La pelea por la información
Ante la gravedad del repunte de casos de coronavirus y una sola información semanal de su incidencia por el gobierno del republicano Ron DeSantis, la jefa del Departamento de Agricultura y Servicios al Consumidor de Florida, la demócrata Nikki Fried, dijo en rueda de prensa que ofrecerá frecuentes reportes sobre el covid-19 ante la demanda de información.
El estado de Florida registra un repunte de casos semanales con la alarmante cifra de 73.199 nuevos contagios en la semana del 16 al 22 de julio, un aumento de 60% respecto de la anterior (45.584 casos), más que ningún otro estado del país, según datos del Departamento de Salud de Florida (FHD, en inglés) publicados el viernes.
La tasa de positividad en el estado alcanzó 15.1%, con un promedio de 10.000 nuevos contagios diarios para un acumulado total de cerca de 2,5 millones de casos desde el inicio de la pandemia el primero de marzo de 2020, según el FHD, que ahora solo informa de la incidencia del covid-19 una vez por semana.