Cerca de 6 millones de venezolanos han salido de su país en los últimos años según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y un nuevo capítulo de luces y sombras se ha abierto recientemente en América Latina, en donde mientras Colombia opta por su regularización Chile los deporta evidenciando que su permanencia ilegal es un problema en plena pandemia.
Pese al cierre de fronteras por el coronavirus, entre 500 y 700 migrantes y refugiados de Venezuela siguen saliendo diariamente de su país, principalmente a través de Colombia, de acuerdo a la Acnur.
“Hay casi 6 millones de venezolanos que huyeron de su país y la gran mayoría está en la región. Ese número es casi la misma población del exilio sirio. La venezolana es una de las dos o tres situaciones de desplazamiento más grandes del mundo”, expresó el alto comisionado de Acnur, Filippo Grandi, en una entrevista con Efe durante su visita a Costa Rica la semana pasada.
Refugio, asilo, residencia o permisos temporales son los mecanismos a los que acuden o que los gobiernos han activado en medio de algunos episodios de discriminación de los que son víctimas, además de su poca clara situación frente a la vacunación contra la covid-19.
Colombia es el principal destino de los venezolanos que optan por quedarse o migrar hacia otros países en Suramérica convirtiéndose en el mayor receptor y, ante la crisis migratoria, el país acogerá legalmente a unos 2 millones de inmigrantes regulares o irregulares con un Estatuto de Protección Temporal por 10 años.
El presidente Iván Duque señaló que medidas como la anunciada van dirigidas a aliviar la situación de los venezolanos necesitados “con fraternidad con solidaridad, con equidad y con el apoyo de la comunidad internacional”, al tiempo que el país comprará 2 millones de vacunas contra la covid para inmunizar a los inmigrantes que se regularicen.
Perú: segunda puerta de entrada
En un principio, una de las puertas de entrada más importantes para los venezolanos era Ecuador, donde se calcula que residen más de 400.000 personas de esa nacionalidad, de los 1,7 millones que han pasado por su territorio desde 2017, la mayoría con dirección a Perú y Chile.